La convivencia.

Dos o más personas viven en mutua compañía y cooperan entre sí para lograr dos objetivos comunes de supervivencia, con independencia de las diferencias. Convivir es mucho más que coexistir, supone compromiso para cooperar en, el mantenimiento y mejora del orden social. Así es posible una sociedad más justa y pacífica y próspera. Las actitudes que favorecen la convivencia:

• Reconocimiento y respeto. Aceptar la dignidad de esta persona como tal, sin prejuicios, discriminaciones y entender que puede tener pensamientos y opiniones distintos a los nuestros.
• Defensa de las libertades y derechos básicos: libertad de conciencia, pensamiento, expresión, asociación...
• Diálogo. Resolver los conflictos a través de la palabra.
• Igualdad de oportunidades.
• Afabilidad. Actitud positiva al relacionarnos con los demás. Tener un ambiente cordial.

Obstáculos para la convivencia:

• Egocentrismo. Se daña seriamente la convivencia, no se trabaja por el bien común.
• Prejuicios. Actitudes negativas ante los demás, dificultando las relaciones. Van en contra del respeto.
• Intransigencia. Convivir supone esforzarse por lograr puntos de acuerdo, todas las partes afectadas deben ceder a menudo en sus posturas. Cuando alguien no está dispuesto a ceder, se vuelve complicada.
• Y por último la falta de comunicación, que suele provocar situaciones difíciles en todos los ámbitos.